sábado, 21 de marzo de 2020

Los viajes de Lucía

Hoy era un día como cualquier otro, ya que ahora, todos los días parecen el mismo y podría ser mañana, ayer o anteayer. Pero cuando Juan regresó a su casa de trabajar, de reparar esas máquinas que limpian hospitales y supermercados, cansado, se dio cuenta de que en había algo diferente.

Sí, su hija Lucía tenía una sonrisa diferente y él no pudo resistirse:
-¡Hola Lucía! ¿Qué has hecho hoy?
-¡Hola papi! ¡Hoy he viajado a un río, he subido 3 montañas, he ido a Grecia y en Japón!
-¡Guau! -contestó su padre sabiendo que era imposible- ¿Y de dónde has sacado los billetes para todos esos viajes?
-Me los han dado los abuelos.
-¿Cómo? -Preguntó el padre más que sorprendido.
-Sí, he hecho una videollamada con los abuelos y me han contado que de pequeños no tenían teléfono, ni ordenadores, ni Internet, NI TELE! No te parece un escándalo?
-No, era lo normal, pero todavía no me has aclarado de dónde has sacado los billetes ...
-¡Ah! Sí, los billetes ... mira, cuando los abuelos eran pequeños existía algo que llamaban aburrimiento. Y por lo tanto, cuando estaban aburridos les tocaba tirar de imaginación. ¡Y gracias a la imaginación podían ir donde a cualquier parte! ¡No es fantástico!
-Hum ... ¿Así que has viajado con la mente?
-Claro y me lo he pasado muy bien!
-¿Y como has imaginado Japón?
-¡Papá! Primero me he documentado: he visto un par de fotos y vídeos por Internet. Después ya he hecho el viaje! Por cierto, era primavera y olía muy bien.
-Seguro que ha sido maravilloso.
-¡Sí! Y una cosa papi, mañana es domingo y podremos viajar juntos. ¡Tengo ganas de remar contigo!
-Claro que sí hija, ¡pero no me despiertes demasiado pronto!
-¡Perfecto! Si me despierto antes que tú, jugaré a ser una ninja. Así no te molestaré ...

Y Lucía se fue con naturalidad, con la naturalidad de todos los niños que tienen paciencia y saben que su deber ahora es estar en casa, ayudar y evitar que los padres y las madres tengan más problemas, porque llevarse bien es su forma de cuidar de ellos y no ponerlos nerviosos.

Fran García
Oropesa, 21 de marzo de 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario