lunes, 25 de enero de 2016

Un maestro que escribía cuentos

Cuentan por ahí, que a algunos maestros les encanta escribir cuentos. Además, les encanta contarlos o leerlos. A veces los suyos, otras, los de otros autores. No importa la autoría, importa el mensaje. Importa que el cuento tenga corazón y active los corazones de los alumnos.

Y fue a él, a uno de esos maestros a los que les gusta escribir cuentos al que un compañero, una tarde, le envió un whatsapp con la foto del cartel de un concurso literario... Y es que al bueno de Carles, siempre le han gustado estas historias... y al ver el cartel, enseguida le llegó un nombre a la cabeza.

"Ops" pensó Fran, "quedan 4 días para el fin del término de presentación...". Y entonces, dudó sobre si escribir o no. La temática le gustaba: el reciclaje. Solo tenía que escribir entre 400 y 800 palabras, pero no había tiempo... ¿O sí?

Entonces entró en escena Luz, que era la mujer de Fran, y también era maestra y le dijo:
-Yo te ayudo. Tú ponte a escribir, que yo hago lo que haya que hacer por casa.
Y dicho y hecho, la historia apareció rápidamente en la pantalla en blanco del ordenador y al cabo de 3 días ya había escrito dos cuentos.

Lo mejor fue darse cuenta de que el primero no encajaba del todo con la letra pequeña de las bases del concurso, pero con el segundo relato estaba todo solucionado... ¿o no?

Por eso, entre cuento y cuento, explicó la situación a la clase:
-Tengo dos noticias que daros, una buena y una mala. La mala es que el cuento que tanto os gustó no puede ser enviado al concurso.
-¡Oooooooooooooh! ¿Y la buena?
-Que ya he empezado otro y necesito de uno a tres dibujos vuestros para participar.

La verdad, fue emocionante ver la cantidad de dibujos excepcionales que le llegaron a Fran en solo dos días. Lo que demuestra el cariño que sus alumnos le tienen. Pero esta historia todavía nos deja otra enseñanza. Pues al escuchar el primer cuento, una niña le preguntó:
-¿Qué se gana con el concurso?
Y la verdad, el maestro contestó como pudo, pues el premio no era lo más importante. Pero como conclusión acertó a decir:
-Si ganamos hemos ganado y si perdemos, hemos ganado un cuento.
Luego sonrió y siguió con la clase, porque lo importante no es el premio, es la ilusión con la que se viven los momentos.

Gracias niños, sois un grupo genial.

De Fran García a sus alumnos
Orpesa, 2016



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